El genocidio continúa y la ayuda humanitaria sigue llegando en cuentagotas a los campos de refugiados, controlada por milicias mercenarias aliadas al ejército israelí.
La ciudad de Rafah, es el lugar más meridional de Gaza y el principal punto de paso entre el territorio palestino y egipcio. Antes de la guerra, tenía alrededor de 250.000 habitantes. Desde 2024 se convirtió en un centro de desplazamiento masivo para más de un millón de personas que huyeron del norte de la Franja. En ella se encuentra el cruce fronterizo de Rafah, el paso más importante -y casi único- para la entrada y salida de ayuda humanitaria, medicinas y personas. En este lugar Egipto ha jugado un rol ambiguo, siendo un canal humanitario, pero también manteniendo esa frontera bloqueada la mayor parte del tiempo por temor al éxodo de refugiados hacia el Sinaí.
En medio del genocidio que Israel continúa perpetrando en Gaza, emergió el clan Abu Shabab, una milicia tribal originaria de la comunidad beduina de origen palestino. En sus orígenes se lo ubica en la península del Sinaí y el desierto de Néguev, usurpado a Palestina por los israelíes en la guerra de 1948-1949. Actualmente están asentados en la zona de Rafah, aunque también tienen presencia en otras áreas de la región.
Su líder, Yasser Abu Shabab, fue detenido por el gobierno de Hamas en 2015 por narcotráfico y contrabando. Después del 7 de octubre de 2023 y en medio del caos, Yasser reapareció durante la guerra como jefe de las autodenominadas Fuerzas Populares.
Periódicos como el catarí Al Jazeera, o el estadounidense The Washington Post coinciden en que su grupo saquea convoyes de ayuda, vende alimentos en el mercado negro y mantiene vínculos con Israel, que habría “activado clanes tribales” contra la población palestina.
"Israel le ayuda, le da granadas, le da dinero, le da vehículos, le da comida, le da todo tipo de cosas"
Una investigación realizada por el profesor Giorgio Cafiero, de la universidad de Georgetown, para el Centro Stimson - centro de estudios independiente dedicado al análisis de temas relacionados con la paz global-, estima que la milicia de Yasser Abu Shabab cuenta con entre 500 y 700 combatientes. Este ejército, estratégicamente ubicado a lo largo de un corredor de ayuda humanitaria cerca del cruce de Kerem Shalom, donde convergen las fronteras de Israel, Gaza y Egipto, estaría aprovechando su posición para interceptar y saquear los envíos de ayuda humanitaria.
En un informe realizado por el canal de televisión británica Sky News, se reproduce un informe interno de la ONU, se identificó a Yasser Abu Shabab y su banda como "los actores más influyentes detrás del saqueo sistemático y masivo de convoyes". En entrevistas exclusivas con Sky News, uno de los altos mandos de Abu Shabab y un soldado de las autodenominadas Fuerzas de Defensa Israelí destinado en la frontera de Gaza, detallaron cómo Israel les permite introducir de contrabando dinero en efectivo, armas y coches en Gaza.
Sami es un beduino musulmán. En una entrevista para Sky News, afirma que su familia ha servido al ejército israelí durante generaciones y se siente orgulloso de servir a Israel. También se siente muy orgulloso del apoyo que Israel está brindando a Yasser Abu Shabab y sus seguidores. "Israel le ayuda, le da granadas, le da dinero, le da vehículos, le da comida, le da todo tipo de cosas", dice.
En los barrios destruidos de Rafah, los civiles denuncian que la comida llega solo a través de intermediarios armados. “Nos quitan la ayuda con un fusil”, dijo una mujer palestina desplazada del norte de Gaza, al medio The New Arab.
En abril del presente año, el ministro de defensa israelí, Israel Katz, lanzó una brutal ofensiva, con el fin de empujar a cientos de miles de palestinos hacia una “burbuja cada vez más reducida”, según un informe de CNN. El objetivo declarado si bien era derrotar a Hamás, sin embargo y como lo afirmaron algunos analistas para aquel medio, “la estrategia de Israel puede tener otro propósito: hacer la vida tan insoportable para los gazatíes hacinados en una porción de territorio cada vez más pequeña y sin un refugio adecuado, que comiencen a buscar la salida”.
La salida han sido los campos de refugiados en Rafah, donde la milicia de Yasser Abu Shabab, como un verdadero señor de la guerra, administra el territorio, distribuye comida a su antojo y tiene poder total en medio de la creciente desesperanza del pueblo palestino.


