
“Cuando el Cono Sur de América Latina quedó cubierto por las sombras del Cóndor, un grupo de hombres y mujeres era, a menudo, la última esperanza para los perseguidos políticos”.
El pasado viernes 6 de octubre en la casa central del PIT-CNT se rindió homenaje a Jair Krischke y se llevó a cabo la presentación del Documental IMPRESCINDÍVEL. Un documental de Milton Cougo, edición de Zé Carlos de Andrade y Marco Antonio Villalobos.
“Cuando el Cono Sur de América Latina quedó cubierto por las sombras del cóndor, un grupo de hombres y mujeres era, a menudo, la última esperanza para los perseguidos políticos”.
Con motivo de este homenaje y la presentación del documental tuvimos desde el PortalAPU.uy el enorme privilegio de dialogar con Krischke.
Sobre el documental Jair destaca “Que hay cosas que solo los amigos queridos pueden hacer, este documental es algo hecho por amigos y me encanta y también me hace recordar unos cuantos momentos de la lucha y mueve muchas emociones, recordar viejos compañeros, viejos momentos que vivimos, pero especialmente este cariño de amigos muy queridos que promueven este documental”.
Krischke un incansable defensor de los derechos humanos
El principio de todo su accionar, relata Krischke, comenzó con el golpe de Estado de 1964 en Brasil. El presidente, João Goulart, los ministros, los políticos fueron trasladados a Uruguay, pero “no sólo la élite política llegó al país, vinieron muchísimos brasileños”. Para él, la colaboración de los uruguayos fue clave: “No imaginan lo que era la fraternidad de los uruguayos, era algo impresionante”.
Pasados algunos años, con las dictaduras detonando en varios países de Latinoamérica, Krischke y el Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Brasil (grupo del que es fundador e integrante hasta el día de hoy) encontraron la forma de trasladar a miles de uruguayos, chilenos y argentinos que eran perseguidos por los regímenes militares. La fraternidad, dice, fue el sostén de las distintas acciones para conseguir refugio: “Cuando la cosa se pone fea, si no tenés amigos no tenés nada”, consigna.
En democracia, Krischke siguió luchando por los derechos humanos. En 2007 logró dar con el paradero del torturador Manuel Cordero, que vivía fugitivo en Santana do Livramento y tenía una causa abierta en Buenos Aires. “Fui al juez y declaré dónde estaba. Se hizo un pedido de extradición, pasaron cinco años para lograrlo, y fue juzgado por los delitos de lesa humanidad que cometió”.
También consultamos su visión acerca del movimiento sindical en nuestra américa latina y en el mundo y este considera que “el sindicalismo pasa un momento muy difícil porque la precarización del trabajo es una evidencia y las transformaciones, no solamente de las nuevas tecnologías sino también de los nuevos materiales. Hay algo muy novedoso entre las relaciones laborales y se tiene que actualizar porque todo lo que fue conquistado hasta el momento, hasta hace bien poco, ya no vale más”.
En esta misma línea destaca que “Ahora hace falta una revolución en el mundo del trabajo. En Brasil hay un ministerio que se llama ministerio de trabajo, y últimamente es el ministerio del capital, porque no protege al trabajador y eso es muy grave. Hoy en día hay una cantidad de profesiones que se están terminando y hay una necesidad de que algunos sindicatos tomen la iniciativa para reconvertirse, cuando ves que la profesión está en extinción, consecuentemente está el sindicato en extinción y eso trae una exigencia. Creo que a las dirigencias sindicales les falta esta atención, en ocasiones les falta formación, comprender que el mundo está cambiando, y es necesario formarse para enfrentar una lucha que todos los días presenta una novedad. Me llama mucho la atención la velocidad con que los cambios ocurren y uno tiene que prepararse, afirma.
También hace un fuerte análisis de quienes llevan las riendas de las organizaciones de trabajadores: “Veo dirigentes sindicales importantes que no se dan cuenta de esto, que tienen un discurso que está ultrapasado en el tiempo y el espacio”.
"Me preocupa mucho el sindicalismo de nuestra Latinoamérica. Algunos grandes sindicatos dejaron espacios abiertos y no hay medias tintas en estos temas porque la clase patronal avanza y esto es alarmante. Las empresas financian a los candidatos neoliberales, en estos momentos de cambios son gobiernos que van a garantizar aún más ganancias, y la precarización tiene que ver con eso también", sentenció Krischke.



