En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, desde la Federación Internacional de Periodistas(FIP)se publicaron algunos datos que se han relevado desde esa oficina en los últimos dos meses.

La Encuesta 2023 trata sobre la situación de las trabajadoras de prensa de América Latina y el Caribe en relación a la violencia por cuestiones de género.

Esta encuesta fue realizada con el apoyo de @uniontounion y con la colaboración de las organizaciones afiliadas a la FIP que difundieron la misma en toda la región.

De este estudio participaron periodistas y trabajadoras de medios de comunicación de 14 países de la región, de todos los rangos etarios y con diversas formas y lugares de empleo

Los datos son alarmantes, ya que el 58,3% de las encuestadas afirmó haber sido víctima de violencia por parte de colegas y jefes varones. Lo que da cuenta de que los lugares de trabajo no son espacios seguros para las trabajadoras de prensa.

De esta encuesta se desprende que internet tampoco es un espacio seguro ya que el 39% de las encuestadas afirmó haber sufrido violencia virtual motivada por el género en relación a su labor periodística.

Las violencias motivadas por el género en relación al trabajo periodístico no se limitan al espacio de trabajo o al entorno digital: el 39,6% de las encuestadas asegura haber recibido agresiones o amenazas de otros tipos y orígenes.

Los cuestionamientos diferenciados a la labor periodística realizada por mujeres también habla del clima en los lugares de trabajo, y constituye una forma de violencia motivada por el género.

Si los lugares de trabajo no son espacios seguros y las trabajadoras sufren agresiones y amenazas por la labor que realizan, se debe también a que las empresas no cuentan con herramientas adecuadas para abordar y combatir la violencia de género.

Por esta razón es fundamental que las organizaciones sindicales y profesionales que nuclean a periodistas tengan entre sus prioridades el desarrollo de políticas que impulsen la erradicación de la violencia machista en el trabajo. 

Por lo tanto arribamos a la conclusión de que: “Sin trabajo seguro no hay libertad de expresión”.

Espacios libres de violencia son fundamentales para realizar una tarea periodística de calidad y reivindicar está premisa es tarea de todos las y los trabajadores de los medios.