01 de Diciembre del 2025
Nacional venció a Peñarol 1 a 0 y ganó el Campeonato Uruguayo 2025
La Copa de la vida
Ebere festeja su gol y Lucas Rodrígez figura tricolor corre a abrazarlo. Foto: Gianni Schiaffarino APU
Ebere festeja su gol y Lucas Rodrígez figura tricolor corre a abrazarlo. Foto: Gianni Schiaffarino APU

Sin ser el mejor equipo de la temporada llegó por suma de puntos en el año a las finales y jugó para ganarlas. Peñarol ganó tres torneos en la temporada y quedó de manos vacías. Jadson Viera se afianzó como conductor paladín y ganador. 

El resultado no se puede analizar o considerar sin repasar lo que fue el año para ambos equipos. El aurinegro de la mano de Diego Aguirre toda la temporada, como único entrenador, ganó el Intermedio en final frente al tradicional adversario, luego la Copa Uruguay ante Defensor Sporting y finalmente con luz, el Clausura 2025.

Se ganó el derecho a disputarle a Liverpool, campeón del Apertura, su lugar en las finales ante el líder de la tabla anual que fue Nacional.

Fue un año muy desparejo para los clásicos rivales. El aurinegro decreció con referencia a la excepcional temporada anterior en un trece por ciento menos de efectividad en puntos conseguidos en el año, llegó apenas al 70% de los disputados contra 83% de la temporada 2024. Nacional no fue mucho mejor logrando 79 unidades unas décimas de porcentual por encima de su tradicional adversario.

El tricolor sufrió durante el año la eliminación de las copas, el cambio de entrenadores y turbulencias internas por los magros resultados. Perdió muchos puntos que casi lo dejan sin nada. Atravesó frustraciones, pérdidas, abandono del capitán Diego Polenta que decidió retirarse. Nada andaba bien. Tras cartón, al caer ante Juventud 2 a 1 Lasarte fue cesado.

Del otro lado, aun cuando el Apertura no era el mejor, Peñarol en la Copa daba satisfacciones y generaba expectativa. Tenia romance con sus hinchas, pero empezaba a sufrir bajas. Eduardo Darias que venia siendo figura y emblema del esquema del técnico, sufría grave lesión.

En mayo el carbonero veía como se le iba el Apertura, con solo 8 victorias en 15 partidos y el torneo se lo llevaba Liverpool con tan solo 9 victorias, pero una derrota menos que el tricolor que finaliza segundo a un punto.

Sin embargo, Remedi lo metía en la siguiente fase de la Libertadores con un golazo que dio vuelta un resultado increíble ante Olimpia en el Campeón del Siglo sin público por sanción. Un sinsabor lo reemplazaba con una actuación destacada en la Copa Libertadores, mientras Nacional caía ante Inter de Porto Alegre en el Parque Central y se iba de la Copa y no lograba el cupo siquiera a la Sudamericana luego de dos brillantes actuaciones de visitante. Todo era bronca y decepción. Peirano, que venía intentando reverdecer en lo local, no lograba destacarse a nivel internacional. Sin embargo, los cuatro de ventaja ante Peñarol en el Apertura le daban expectativas en la tabla Anual.

El intermedio fue la mejor expresión de Nacional. Puntaje perfecto, solo 6 goles en contra y dejaba a su clásico rival de todas las horas 9 puntos abajo en el puntaje del año. Había razones para tener esperanza en lograr el Campeonato Uruguayo.

Perdió la final del Intermedio, quedó sin chance en la copa Uruguay eliminado en su casa por Plaza. Otra desilusión para el hincha. ¿Que quedaba ahora? Mantener la anual y pelear el Clausura.

Pero no tenía paz, un pálido empate de visita en el Parque Viera ante un equipo como Wanderers que hizo un mal año de competencias y que peleó para no descender, fue la "gota que derramó el vaso" y llevó a la directiva a tomar la decisión de remover a Pablo Peirano. El 28 de octubre asumió Jadson Viera para intentar mantener la calma y la ventaja en la tabla anual. Fue un final de campeonato conmovedor, sufriendo hasta el final, en el Franzini, empatando a 12 minutos del final del juego ante Defensor Sporting (no ganaba con Jadson Viera de entrenador, era un empate tras otro) y logró mantener la diferencia para ganar la tabla anual, que pasó de nueve puntos de ventaja a ceder ocho ante Peñarol, pero como siempre dependió de si mismo, llegó a ser el equipo que logró el derecho a jugar finales ante quien pudiera vencer el desafío de lograr jugar la final entre el campeón del Apertura Liverpool y el del Clausura Peñarol.

Desgastantes 120 minutos en la definición del finalista 2025 entre Liverpool y Peñarol. El equipo de Aguirre logra sobreponerse a un gol en contra desde el inicio del tiempo adicional de Abel Hernández, el gran goleador del año, y dio vuelta el resultado. Era finalista ante Nacional.

Ahora venían las finales. Resultados que no fueron buenos para el tricolor en el ámbito local, torneos que se iban de las manos por malos resultados, a nivel internacional muy magro, cambios de técnicos y el equipo que no lograba afianzarse y no generaba seguridad ni en propios ni en la critica deportiva especializada. No jugaba bien, y estaba inmerso en una maraña de malos resultados. Sin embargo, igualmente, a pesar de todo, estaba en la final.

Peñarol no aprovechó los malos resultados tricolores en el año de la competencia local y desperdició la chance de quedarse con la Anual. Empató increíblemente ante equipos que descendieron. River Plate le empató en el Saroldi en el Apertura, por un grueso error de su defensa Coelho y el arquero Campaña. La prensa deportiva lo tildó de blooper. Luego el insólito empate que logra con agonía ante Miramar Misiones en Durazno. Jadson Viera dirigiendo a Boston River, se queda con una victoria trascendente en Florida ante el aurinegro que no puso sus titulares reservados según la crónica del momento “con la mente puesta en la Copa”. La cuestión que se fueron tres puntos que al final también tenían peso en el global del año. 

Así, con ese panorama se llegó a las finales.

Parecía estar mejor Peñarol, con mejores posibilidades por los antecedentes que significaban haber ganado el clásico del Clausura sin público por sanción, nada menos que 3 a 0 y con la imagen clara de que pudo haber goleado al tricolor.

La primera final demostró que cada partido es una historia diferente. Con un planteo audaz, arrojado, Jadson Viera puso a Carneiro y Ebere para descalabrar a Peñarol que no dio pie en bola en el primer tiempo. Gruesos errores del equipo de Aguire lo llevaron a estar perdiendo 2 a 0 por los goles de Juan Cruz de los Santos a los diez minutos del comienzo y a los 37´por la intensa presión de Ebere que promovió error de Javier Méndez, luego expulsado, y la anotación de Carneiro. Logró empatarlo Peñarol y hasta pudo ganarlo, pero quedó la sensación que la supuesta o probable superioridad aurinegra no era tal y las lesiones y suspensiones del aurinegro planteaban un panorama inquietante para Aguirre. El final fue 2 a 2.

Este domingo 30 de noviembre quedará por siempre en la historia tricolor y en recuerdo y regocijo de sus hinchas y parciales. Con actitud, esmero, empuje, coraje y su público alentando, sin dar ni pedir tregua, logró alzarse con la Copa Uruguaya 2025, el torneo “Juan Izquierdo”, ante un equipo de Peñarol que nunca le encontró la vuelta al partido, que recién a los 33´del primer tiempo remató por primera vez al arco, que salvo un tiro en el palo de Umpierrez y una acción sorpresiva de Arezo, intentado sorprender con remate de derecha, no tuvo instancias que permitieran advertir que el aurinegro podría ganarlo. Defeccionó y desencantó a los fanáticos carboneros. Aguirre terminó sacando delanteros, enlenteció el juego, intentando quitarle revoluciones a su rival que le imponía intensidad y remataba cuando tenía posición de tiro desde todos lados. Nunca encontró las posibilidades reales de lograr un triunfo en las dos finales y también, tuvo ausencia de la fortuna que lo caracteriza. Los palos, que también juegan esta vez se vistieron de tricolores.

Nacional tuvo en Boggio, Coates, Millán, Carneiro y Lucas Rodríguez - el baluarte tricolor por excelencia en las finales -, la fórmula para superar al Peñarol de Aguirre en todas las divididas y en el modo de encarar las finales a pesar de la inoperancia de Maxi Gómez. El ariete aparece ahora devenido en “tribunero” obstinado reclamante de todos los fallos y metido (igual que Carneiro) en todos los tumultos. Pero su aporte al colectivo es escaso y llamativa su forma de encarar el juego. Da la sensación de que ahora que luce la camiseta de Nacional, se auto percibe líder. Otros más silenciosos y sacrificados son los verdaderos líderes del tricolor campeón.

Ebere merece un párrafo aparte. Fue el comodín de las finales que tenía Jadson Viera, anotó un gol memorable, que perdurará en las retinas de los hinchas tricolores, para lograr el Campeonato en su casa ante Peñarol, como lo sabe disfrutar el hincha.

Ebere, fue finalmente, el póker de ases que le gusta tener en la jugada clave a Perchman para sentirse triunfador en una mano brava que manejó con la habilidad de los que a nada temen y apuestan fuerte.  

Burgos en la primera final salvó con nota el arbitraje. Tejera quedó en el debe. Otra vez el VAR fue concluyente, definitivo y resolvió por su cuenta una acción que debió ceder la resolución definitiva a la máxima autoridad. Siempre todas las jugadas en los deportes de contacto son de apreciación. Pero para eso y ante la duda, está la revisión. El mismo profesional que insistió para que Burgos, cobrara un penal en la final de la Supercopa de enero de 2025, que generó mucha polémica, aun más con los audios, ahora resolvió que el árbitro Tejera no debía revisarla. Su decisiva acción y resolución expone a los más diversos y descalificantes comentarios a él y a sus compañeros. Deberá hacerse cargo.

El aurinegro tendrá su revancha en enero de 2026 en la final de la Supercopa, pero será otra historia. La del 2025 lo tuvo como protagonista, pero sin remate final.

La que terminó ayer dice que Nacional es campeón, legítimo, a ley de juego y reforzó su condición de equipo grande haciendo de un mal año y en dos partidos, un cierre a todo festejo, haciéndolo por sus características, imperecedero. Es que las finales no se juegan, se ganan y Nacional lo hizo. Felicitaciones Campeones.  

Detalles:

Parque Central

30 de noviembre de 2025

Árbitro: Gustavo Tejera.

Nacional (1): Luis Mejía; Emiliano Ancheta (101´ Nicolás Lodeiro), Sebastián Coates, Julián Millán (117´ Matías de los Santos), Diego Romero (71´ Nicolás Rodríguez); Lucas Rodríguez (101´ Juan Pablo Patiño), Christian Oliva, Luciano Boggio (71´ Juan Cruz de los Santos); Nicolás López, Maximiliano Gómez y Gonzalo Carneiro (101´ Osinachi Christian Ebere).

Entrenador: Jadson Viera.

Peñarol (0): Brayan Cortés; Pedro Milans, Emanuel Gularte, Nahuel Herrera (115´Héctor Villalba), Maximiliano Olivera; Jesús Trindade, Eric Remedi (57´ Leandro Umpiérrez), Ignacio Sosa (115´ Lucas Hernández), Leonardo Fernández; Matías Arezo (90´ Jaime Báez) y Maximiliano Silvera (105´ Stiven Mülhetaler).

Entrenador: Diego Aguirre.

Goles: 114´ Osinachi Christian Ebere.

Amonestados: Nicolás López, Eric Remedi, Lucas Rodríguez, Leandro Umpiérrez, Luciano Boggio, Sebastián Coates, Leonardo Fernández, Ignacio Sosa, Nahuel Herrera,

 

Ernesto Ortiz

Nacional Campeón.