El Banco de Previsión Social (BPS), constató irregularidades en jubilaciones otorgadas en Nueva Palmira, situaciones que se den en todo el país. Se identificó a la persona que se encargaba de realizar los trámites, para lo cual se utilizaban testigos no fidedignos.
Robert Forts, gerente de la sucursal Carmelo del BPS, dijo al Portal APU.UY que esta situación que salió a luz “se viene investigando desde hace un tiempo -prepandemia-. En otros departamentos, también a veces, cada tanto, surgen este tipo de situaciones donde gente intenta probar servicios que no son reales"; con el fin de obtener la jubilación.
Se detectó la irregularidad porque “los formularios venían con la letra de la misma persona” y otros detalles. No puedo dar muchos datos porque está en la etapa de investigación y hay que respetar el derecho a las personas de la información privada”, añadió.
A partir de estas situaciones, “la ciudadanía de Nueva Palmira, los lectores de APU.UY, tienen que tener presente que si alguien los invita o les dice que puede ayudarlos a sacar una jubilación, no es cierto. Esas prácticas ya no existen”.
La pasividad debe ser gestionada en el BPS por la persona interesada directamente o a lo sumo, contar con la ayuda de un familiar cercano, si quien se va a jubilar “tiene dificultad para escribir o para entender determinadas cosas”. Se debe decir la verdad: “decir qué servicios tuvo, donde trabajó. Esos servicios no tienen por qué estar registrados ni pagos, todavía seguimos reconociendo servicios con testigos, pero sí tienen que ser reales, no se puede inventar un trabajo para sacar una jubilación, ni generar testigos para que digan cosas que no son”, por el hecho de intentar jubilarse.
“Hay que ir con la verdad. Los funcionarios del BPS van a tener la mejor voluntad para tratar de colaborar y probar la mayor cantidad de años. Pero no corresponde probar años con cosas que no son, con mentiras o lo que sea, porque a la larga eso se vuelve en contra”, señala Forts.
En cuanto a las jubilaciones que se retiraron ahora y el dinero que esas personas recibieron durante años, en algunos casos desde el 2018, “lo llamamos cobro indebido, eso queda como en una cuenta corriente, en negativo, que en el momento que tenga otra cosa para cobrar por el BPS u otro tipo de eventos, si se puede, se va a descontar”.
A la vez, “si la persona tuviera la voluntad por motus propio de devolverlo, obviamente que eso se calcula y lo puede devolver tanto al contado o hacer un convenio para devolver en cuotas” De lo contrario el monto permanece “en base de datos como un cobros indebido, que en su momento si se puede, se podrá ejecutar”.
En estos casos, la jubilación se le retiró al menos “a cuatro personas grandes, o sea que es difícil que generen años nuevos, de repente habría que ver si se puede jubilar con alguna de las posibilidades de una edad avanzada, por ejemplo, que, en vez de requerir 30 años, requiere 15, o si tiene un mal pasar, podría llegar a obtener más adelante una pensión a la vejez”.
“Hay que ver cada situación en particular, hay una cuestión de una cantidad de términos legales que hay que revisar, pero de alguna manera como que te queda una marca negativa”, enfatizó. Forts dijo por último que esta situación irregular “fue detectada por los mismos funcionarios del BPS de Nueva Palmira. Y en todo lo que se investigó, no había ningún funcionario involucrado. Fueron las declaraciones erróneas lo detectado y luego se pudo probar que realmente esos servicios no se habían hecho”.
El trámite realizado por una tercera persona habría sido “voluntario”. Al menos desde el BPS no se constató que existiera “remuneración económica” por la gestión. De lo contrario ya se estaría hablando de delito.


