El gobierno anunció en conferencia de prensa hace un mes, que las clases comenzarían a partir del tres de mayo, la misma fecha de reapertura de los centros se fue aplazando lentamente dado al aumento de casos de COVID-19. Conforme el número de aperturas de escuelas se intensifica, el sindicato reitera sus preocupaciones sobre la que llaman “una situación trágica”.

Funcionarios del sector entienden que se debería prever la situación de los diferentes departamentos sobre las problemáticas que estos están afrontando y que cada institución cuente con los recursos necesarios tanto material como humano, evitando que las fallas caigan en la dirección de cada centro.

Salto es el tercero departamento con mayor cantidad de casos del virus activo por lo que las autoridades estudiantiles del departamento exigen la no reapertura de los centros, considerando el aumento de casos y la falta de organización en la gestión.

La preocupación no afecta a todos los departamentos por igual, varias son las escuelas que autorizaron la suspensión de presencialidad en la mañana del jueves 27 de mayo, dado a la “falta de condiciones para su funcionamiento”, informaron al diario El País . En su preocupación por disminuir la movilidad en su departamento, el Intendente de Paysandú, Nicolás Olivera apoya “cerrar todos aquellos centros que están comprometidos, con un criterio precautorio” .

El relevamiento hecho por trabajadores de FUM-TEP, en palabras de Pereira, confirma que “hay departamentos donde muchas escuelas tienen comprometido su funcionamiento”, reafirmando que hay “casos de grupos en cuarentena, alumnos, maestros y hasta escuelas completas cerradas” Y “otro es el caso de los funcionarios, tanto del personal de servicio como docente, que muchas veces no se tiene quien los reemplace en su trabajo” afirmó.