La instalación de una base de lanzamiento de cohetes espaciales, que pongan satélites en órbita, podría generar daños ambientales irreparables, denuncian personas de esa zona paradisíaca, de hermosa playa y rodeada de bosques naturales. Es que allí se estará instalando, de prosperar los permisos que otorgue nuestro país, el proyecto de una base de lanzamiento de cohetes espaciales que pondrían satélites en órbita.

La noticia comenzó a ser divulgada por portales argentinos y muy tímidamente algún que otro medio uruguayo, se hizo eco de esta.  Por lo general escuchando la opinión de los representantes de la empresa argentina Tlon Space, responsable del emprendimiento, pero hasta ahora, poco o nada se ha sabido de la opinión que sobre el tema tengan los vecinos del lugar.

Por tal razón,el comunicador Juan Antonio Pereira, conductor del programa Edición Ilimitada, que se emite por canal 8 de Rivera se dirigió al balneario y allí dialogó con dos vecinas, consideradas referentes del movimiento que se opone a la instalación de la base.

Mercedes Otero y Lorena López expusieron entre otras cosas, el dato histórico y fácilmente comprobable de que el lugar es año tras año, objeto de incendios forestales que se producen por diferentes razones, pero que encuentran en los fuertes vientos y en la abundante vegetación existente, las condiciones ideales para la rápida propagación de los focos ígneos.  

Las vecinas utilizan ese argumento como forma de reforzar su convencimiento de la inconveniencia de la instalación de la base, habida cuenta de que desde el lugar se estarían efectuando de cuatro a cinco lanzamientos semanales, quemando cada uno de ellos, la friolera de quinientos litros de combustible.

Expresaron, además, que el Estado uruguayo le estaría cediendo al proyecto, aproximadamente mil novecientas hectáreas, cuando en realidad no necesitarían más que cien.

Otero y López revelaron que los cohetes tendrán una dimensión aproximada a los diez metros de altura, y que obviamente, cuando la carga que transporten sea depositada en el lugar deseado del espacio, al menos dos tercios de esa estructura caerían directamente al océano.

La preocupación no se hace oír apenas en La Esmeralda, sino que de zonas próximas, como Punta del Diablo o Aguas Dulces, se multiplican las voces en oposición al proyecto de la empresa argentina.

  El integrante del Grupo Ambiental Punta del Diablo, Pablo Belzarena, también se refirió al tema y comentó estar trabajando en el mismo, conociendo el dato de que la preocupación también es sentida por la regional este de la Udelar.

  No se entiende, hasta el momento, la conveniencia para nuestro país, puesto que a priori, económicamente es casi inexistente el beneficio.  Tampoco traería aparejada la creación significativa de puestos de trabajo, ya que para la construcción de la planta se utilizarían nada más que diez personas y que para el funcionamiento de esta, apenas cinco.

  Los opositores al proyecto han elevado pedidos de informe al Ministerio de Ambiente, pero hasta el momento no han recibido la información solicitada.  Sin embargo, mediante filtraciones, pudieron saber algunos detalles que hemos dado a conocer en esta nota.

Fuentes de la junta departamental rochense consultadas por Pereira, admitieron desconocer o tener muy escasa información al respecto.

Las vecinas Otero y López, aseguran que la unanimidad de los moradores de la zona está dispuesta a ir hasta las últimas consecuencias para evitar la instalación de la base, ya que vivir en La Esmeralda fue una opción de vida por estar rodeados de naturaleza y pureza del aire.