05 de Junio del 2022
Roberto Saban
A propósito de la Marcha del Silencio
Entrevista a Nelson Villarreal Durán
Prof. Nelson Villarreal Durán. Filósofo, Cientista Social
Prof. Nelson Villarreal Durán. Filósofo, Cientista Social

¨No asumir y aceptar que el Estado actuó en forma terrorista y que lo hizo con las instituciones armadas sienta las bases de la pérdida del valor que deben tener de proteger a la sociedad¨

RS:  Como Ex Secretario de DDHH de Presidencia debes tener estos episodios estudiados. Cada año de estos 27 se dieron en circunstancias diferentes. ¿Como es el contexto histórico uruguayo en este caso del 2022?.

NVD: La mayor cantidad de Marchas del Silencio las vivencie como comprometido con la causa de los Derechos Humanos sea desde las organizaciones de la sociedad civil, lo académico, desde lo político partidario de izquierda, grupos de iglesia y como responsable de políticas públicas de dos gobiernos del FA. Será a partir de 2016, como Secretario de Derechos Humanos de Presidencia que me implicará una responsabilidad en la visión integral de los Derechos Humanos. El Pasado Reciente tiene una Secretaria específica con la que articulábamos en lo relativo a la educación en DDHH y memorial.

Efectivamente estos 27 años se dieron en diferentes circunstancias desde la falta de reconocimiento de los gobiernos de Lacalle Herrera y Sanguinetti, pasando por la Comisión de la Paz de Jorge Batlle hasta el asumir una investigación más sistemática por parte de los gobiernos del FA.

En este 2022 marca la Marcha del Silencio no solo lo que implicó la recuperación del espacio público en la calle sino que quedan explicitadas en la Coalición de gobierno contradicciones entre la continuidad de las excavaciones, investigar, buscar a los desaparecidos, pero por otro la emergencia de sectores y partidos que retoman desde la teoría de los dos demonios como los colorados, o la pretensión de saladar sin verdad ni justicia, hasta desconocer que hubo Terrorismo de Estado como CA. Asimismo, el hecho descolocado del senador Penades con la Senadora Amanda Della Ventura por la camiseta “todos somos familiares” (lo que analizamos en una columna “De Fogón en Fogón”) que manifiesta que hay sectores del PN que apoyan tesis revisionistas que se distancian de la estrecha relación que implicó la reconquista de la democracia con la lucha por los derechos humanos.

Por otro lado el cuestionamiento a la INDDHH no solo por CA sino por el PN que luego desestimó su reformulación, lo que manifiestan horizontes regresivos que aún no queda claro como seguirán.

Más allá que el Presidente apoya la continuidad de las investigación en la búsqueda de las personas desaparecidas en el la etapa de Terrorismo de Estado no realizó ninguna manifestación que deje claro su compromiso en esta etapa.

RS:  Podrías analizar desde la filosofía y la ciencias sociales- para los lectores de APU.uy -algunas de marcas identitarias de estas marchas como son: el silencio, la margarita sin algún pétalo y la foto que abrazan los participantes.

NVD: Los Mojones de la Memoria se transforman en signos paradigmáticos como referencias que dan identidad a una demanda que expresa la reivindicación por el valor de la dignidad humana.

Si la palabra crea identidad y reconocimiento, el silencio emerge como desafío ante la ausencia de poder nombrar e identificar a las personas que siguen desaparecidas. La afirmación que la “verdad sigue secuestrada” implica que la verbalización sin verdad es un ruido encubridor. El silencio pasa a ser una forma de demanda y denuncia. Es una actitud de interpelación a quienes tienen la información y no la dan. A las instituciones del Estado que aún no logran llegar a encontrar los restos de las personas desaparecidas y que sus familiares puedan dar digna sepultura, que un derecho. Lo que Antígona reclamaba en la antigua Grecia y la historia muestra que hace a un humanismo básico poder dar sepultura a los muertos.                                                                      

La Margarita como imagen representativa de “Madres y Familiares de detenidos desaparecidos”, se trata de una flor en parte deshojada cuyos reclamos son compartidos por amplios sectores del pueblo uruguayo., que identifica lo sucedido durante la última dictadura cívico-militar. Este colectivo tiene sus orígenes a fines de los años 70 que demanda investigación sobre el paradero de personas, la separación de niños de sus familias, y el juicio de crímenes o violaciones a los derechos humanos cometidos por el propio Estado como una acción Terrorista. El logotipo que fue elaborado por una expresa política desde 1989 aparece como signo e imagen que da identidad. Primero al colectivo de familiares y las organizaciones sociales, en los últimos años a toda la sociedad que se moviliza en la Marcha.

Abrazar y portar las fotos es hacer presentes a las personas desaparecidas, es la expresión del dolor de los familiares y legitimo clamor de saber dónde están sus padres, madres, hija/os, etc. Como la empatía de la sociedad que se identifica con la causa de saber dónde están. Es ser parte de una herida social que debe ser saldada si se quiere una sociedad reconciliada con su historia.  El objetivo es “caminar juntos” para “expandir esta fuerza contra el olvido” y que el reclamo sea colectivo dirán los familiares.

RS: ¿Por qué crees que durante los 15 años del gobierno progresista no se avanzó lo suficiente y que chances ves que esta coalición lo haga?

NVD: Más allá que en los 15 años de los gobiernos progresistas se avanzó lo que no se hizo en los 20 años posteriores de la salida de la dictadura, sin embargo, las propias contradicciones de cómo la izquierda abordó el cómo resolver el que las fuerzas armadas viertan efectivamente la información de lo que pasó y como llegar a conocer la verdad. A esto se ata los marcos legislativos y el rol del Poder Judicial en sus contradicciones también.

La actual Coalición gobernante tiene una dualidad, más que contradicciones, como tenía el progresismo. La dualidad de la Coalición gobernante ha mostrado un debate público entre seguir investigando y dejar atrás la historia. Las razones por la que el Presidente  Lacalle Pou que comprometió seguir investigando y efectivamente da la información que reclama la INDDHH podrá actuar por convicción, es decir mostrar en la práctica que haber reconocido que se equivocó en el período anterior respecto a que había que mirar para adelante y ahora lo asume como una causa a resolver,  u oportunismo para que CA no logre afirmarse.

Luego de la abrumadora marcha de este 20 de mayo el Presidente debería ampliar las medidas de búsqueda de información intimando a las instituciones del Estado que preside en el Poder Ejecutivo.

Los delitos de lesa humanidad no prescriben, hay acuerdos internacionales que así lo establecen, no pueden prescribir porque son delitos muy graves y mas temprano que tarde se deberá saldar.

 

RS: ¿Desde hace 6 años se realiza una Celebración Ecuménica en Parroquia Universitaria por Memoria, Verdad y Justicia ¿qué connotaciones tiene y valor humanista?

NVD: Bajo la dictadura gran parte de la Iglesia Católica, como la Metodista y Valdense se solidarizaron con las victimas del Terrorismo de Estado dando apoyo, cobertura y voz en la denuncia. Las Parroquias fueron espacios de refugio y participación, el ayuno del jesuita Perico Pérez Aguirre, el Padre Osorio y el Pastor Ademar Olivera mostraron que las iglesias no comulgaban con la represión como paso en Argentina.

En la campaña del Voto Verde contra la Le de Caducidad hubo pronunciamientos muy claros en los que se afirmaba que la reconciliación implicaba arrepentimiento y reparación. Que la Verdad hace libres y es fruto de la Justicia. Las pastorales de las iglesias a las que se suman grupos de la colectividad judía progresista y los ubandistas muestran el compromiso de sectores religiosos comprometidos con los Derechos Humanos.

En la última década se ha ido generando un espacio que previo a la Marcha del Silencio se nuclea en Parroquia Universitaria en la calle Rodó una Celebración por la Memoria, la Verdad y la Justicia. Esta instancia manifiesta desde las creencias religiosas que el compromiso con los Derechos Humanos son el espacio ético de encuentro por un humanismo que centre el valor irrenunciable del respecto a la dignidad humana.

RS: ¿Cómo funciona la omertá en las nuevas generaciones militares, crees se seguirá ocultando donde están los cuerpos y como fueron asesinados?

NVD: La omertá parece estar apoyada en el rol de control del imaginario del ser militar por parte de los mas viejos, porque los jóvenes no fueron parte de los hechos. Ese rol de control está basado en una visión ideológica aún parada en la guerra fría y en “el éxito” de convencer a las nuevas generaciones de militares que el reconocer hechos y dar datos es debilidad. Esa visión más que fortalecer a la institución militar la está contaminado por negación y le no permitiendo ser plenamente parte de la vida democrática. No asumir y aceptar que el Estado actúo en forma Terrorista y que lo hizo con las instituciones armadas sienta las bases de la perdida del valor que deben tener de proteger a la sociedad.

En España pasaron 75 años para que comenzara a emerger la verdad. Esperemos que en Uruguay no pase lo mismo