09 de Octubre del 2022
Roberto Saban
Entrevistamos a Eugenia Benech desde la Universidad de Viena
De Colonia Cosmopolita a Viena gracias a la UDELAR
Eugena Benech Charbonnier. Magister en Fisica Cuantica
Eugena Benech Charbonnier. Magister en Fisica Cuantica
Foto de Roberto Saban

¨No buscamos aplicaciones, sino entender cómo funciona el mundo¨

¨La ciencia precisa de mucha gente, se aprende con los otros¨

¨La beca no es un sueldo, no tiene derechos laborales¨

Eugenia Benech Charbonnier

Desde que se conocieron los nombres de los 3 ganadores del Premio Nobel de Física, y uno de ellos, Anton Zeilinger resultó ser su jefe directo, la Magister uruguaya Eugenia Benech Charbonnier en la Academia Austríaca de Ciencias, ha estado muy solicitada por la prensa gráfica, todos los canales y radios uruguayas la han tenido en su portada.

Su teléfono en Viena no ha parado de sonar con decenas de amigas, compañeros de facultad y amigos del pueblo rural Colonia Cosmopolita a 144 km. de Montevideo.

Eugenia dice que los uruguayos festejamos cuando a otro le va bien afuera, según ella es el espíritu de ¨VIVA LA CELESTE¨.

Por eso, apenas iniciado el diálogo con el Portal APU.uy ella manifiesta:

¨Estoy dando tantas entrevistas porque yo quiero apoyar a la UDELAR. Nosotros los científicos no solemos tener mucha exposición, somos bichos de laboratorio. ¨

Es así que comienza a relatarnos la importancia que tienen la becas para los estudiantes con recursos limitados y específicamente como fue su caso.

Una estudiante con 18 años del medio rural del Departamento de Colonia que llega a Montevideo a comenzar su Licenciatura en Física y que gracias a una beca solidaria de la UDELAR logra comer todos los días en la Cantina la Facultad.

¨Gracias a esos dos años de beca fue donde yo pude avanzar más en mi carrera, luego empecé a trabajar y se me trancó. ¨

Hace la Licenciatura en Física en la Faculta de Ciencias, carrera que originalmente dura 4 años a ella le llevó 6.

¨Me mudé a Montevideo a los 18, hice la Licenciatura en Física en Ciencias. Me acuerdo que tenía la beca del comedor, de Bienestar Universitario, durante los primeros años. ¨

Nos ilustra con una divertida anécdota ese grado de estrechez económica en que vivía. Resulta que durante un periodo la cantina estaba de reformas y para suplir el cierre, la UDELAR les dio unos tickets canasta que podían canjear en cualquier supermercado. Ríe abiertamente recordando esa sensación de poderío de compra donde elegía libremente en las góndolas del supermercado.
¨Era como que nos hubiéramos sacado la lotería¨

Vivió esos años en un ambiente de una residencia universitaria con dos amigas y una hermana mayor que estaba haciendo la carrera de psicomotricista y que tenía trabajo estable en un CAIF .

Luego vendrá una Beca de iniciación en PEDECIBA que la sostiene un tiempo más hasta que consigue un cargo docente Grado1 en la Facultad de Ingeniería en la materia Física de los Materiales.  Postuló para la UTU y otros centros, pero tuvo la suerte de ser nombrada en la Facultad para iniciar su carrera docente y a la vez sus investigaciones en óptica aplicada.

Pero ese trabajo docente le redunda en $14.000 que ¨descontale el alquiler, el boleto, las cuentas¨ sigue sin ser suficiente para sostenerse, por lo que sus padres continúan ayudando con el alquiler.

El padre es jubilado de peón rural. Ahora se compró un torno de madera por hobby. Su especialidad es el asado con cuero, actividad que lo contratan habitualmente.

La madre también jubilada fue empleada de una oficina en Colonia Valdense, luego administrativa en una fábrica de dulce de leche de la zona y antes empleada del diario local de Juan Lacaze.

Una familia atravesada por los tumbos de la inestabilidad del país. Los Benech Charbonnier tenían campo de ganadería intensiva, pero por deudas se lo remataron. Quien se lo compró les permitió seguir viviendo hasta que consiguieran otra cosa.

Con magros ahorros y a través del tiempo logran comprar un terreno y allí todos se ponen a construir la casa en que hoy viven en Colonia Cosmoplita.

Finalizada la Licenciatura, Eugenia comienza la Maestría en Óptica Cuántica que tuvo como tutores a dos docentes, Arturo Lezama en la parte experimental y la teórica con Adriana Auyanet. Esta vez con una beca de la CAP Comisión Académica de Posgrado.

Es así que terminada su maestría se pone a enviar curriculums a todos lados buscando donde hacer un doctorado y la gran sorpresa cuando le responden positivamente de la Universidad de Viena donde el Instituto de Óptica e Información Cuántica le financiaría un doctorado allí.

Sin dudarlo, se casa con su compañera en Montevideo -documento que les facilitaría las visas de trabajo- y se van las dos a Austria. Una, con la música y la percusión y la otra con su óptica cuántica.

Así que ahora la encontramos haciendo su doctorado bajo la dirección del Premio Nobel de Física 2022 Anton Zeilinger.

Pero rápidamente Eugenia nos hace volver al Uruguay y recuerda que, por los recortes presupuestales del gobierno a la Universidad, de las 366 Becas de la CAP aprobadas por una comisión de expertos como de interés para la UDELAR quedaron 177 afuera por falta de fondos. Es decir 177 proyectos interesantes aprobadas, no verán la luz. Aclara, no son postulaciones, son proyectos de interes académico que pasaron todos los filtros.

¿Cuantas Eugenias hay en esos 177?  recordaba en las redes su tutora Auyanet.

Pero un dato crucial más que nos aclara Eugenia, esas becas no son sueldos. Esas becas no aportan al BPS, no te dan aguinaldo, no te dan el beneficio de vacaciones, no estas cubierto por los derechos laborales. Tampoco te sirve para ponerlo como garantía de un alquiler, y menos para sacar un préstamo. Algunas becas de la ANII que es el otro organismo junto con la CAP que financian doctorados, tiene en el contrato una cláusula que si no terminaste tu investigación tenes que devolver la plata que te dieron.

Los cargos docentes Grado 1 y 2, son a término por un año, hay que concursar de nuevo cada vez. Un científico puede hoy estar trabajando y en 3 meses quedo desocupado.

  ¨Mucha incertidumbre pasamos los científicos¨.

Lo que yo tengo acá en Viena, aporta a la caja, me da vacaciones y me permite vivir en mi propio apartamento.

A este cronista le parece oportuno recordar el slogan que está usando la Comunidad educativa en este momento conflictivo.

QUE NO TE DE LO MISMO. DEFENDE LA EDUCACION PUBLICA.

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