Unas 10.000 hectáreas entraron en llamas a comienzos de agosto en las Islas del Delta del Paraná, y hace unos días la quema también se dio frente a Nueva Palmira. La “culpa” es de la naturaleza o de visitantes anónimos o por “interés particular”. Los incendios que duran semanas y hasta más de un mes, no producen en verano cuando las temperaturas son propicias para que haya estos siniestros contra la fauna y la flora.
El viceministro de Ambiente de Argentina, Sergio Federovisky, señaló al diario argentino La Nación que los incendios generados en las islas del Delta del río Paraná son “acciones criminales” de sectores que piensan en el “interés particular” y que pueden generar un futuro de emprendimiento inmobiliario.
“Hay una acción deliberada de los dueños de campos y de otros que no son propietarios, que van a buscar lugares que hoy están aflorando luego de la sequía y de la bajante del Río del Paraná, prenden fuego y le colocan un terraplén para que el agua no reingrese”, según Federovisky.
Hay quienes sostienen que la quema intencional es para la siembra de granos o la producción ganadera. Es tierra de nadie que pasa a ser de grandes apropiadores. Con el fuego arrasan la fauna que habita en esas zonas, como el carpincho y víboras, mientras que las aves emigran para no volver.
La quema de este año, de las Islas del Delta, “afectó unas 10.000 hectáreas desde Rosario (Santa Fe hasta San Pedro (Buenos Aires)”. La población argentina de Rosario fue la más afectada por la intensa humareda, “costaba respirar”, de acuerdo a testimonios recogidos por la prensa del vecino país.
Cada año el fuego comienza en agosto, siempre en agosto
Frente a Nueva Palmira
Un palmirense con residencia también en la costa argentina, frente a Nueva Palmira, dijo al Portal Apu.uy que en “la zona de acá abajo (Paranacito), muchas veces el fuego es a causa de turistas o cazadores. Antes se quemaba para plantar árboles, pero el fuego era controlado con corta fuego, alguna vez se propagó por accidente. Ahora ya no se quema para forestar, no se hace nada ahí”, según dijo.
La quema “entre el Arroyo Gutiérrez y el Bravo Chico es por personas que vienen ocasionalmente, prenden fuego y cuando se van, si no lo apagan bien, una chispa basta para generar un incendio al estar muy seco el pasto”.
“Frente a Palmira, de Paranacito hasta el Guazú, no hay nadie, está todo abandonado, quedan taperas, no le sirve a nadie” la tierra apuntó el isleño al Portal Apu.uy.
Desde la ciudad de Palmira se pudo ver en las dos pasadas semanas, el humo durante el día y el vislumbre de las llamas durante la noche. Aún queda un hilo de humo. La dirección del viento, ayudó para que la ciudad puerto de la costa uruguaya no se viera afectada por el humo y las cenizas.
Cada año el fuego comienza en agosto, siempre en agosto.
