14 de Abril del 2021
Yuliana Cartagena
Cadenas de farmacias
Hay de todo como en botica
Medicamentos en pastillas
Foto: Javier Calvelo/ adhocFOTOS ©Todos los derechos reservados

En la última década la imagen de las farmacias tradicionales, donde te envolvían las cajas de
medicamentos con papel, se desfiguró bastante. Con el arribo de las grandes cadenas el sector
farmacéutico que estaba instalado en nuestro país tuvo que salir a competir.

En contacto con el Portal APU el presidente de la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y
Servicios (FUECYS), Favio Riverón, comenta el tema desde el ámbito sindical del rubro farmacéutico.
“Tenemos organización sindical en Farmashop y Pigalle, que son las dos que más han desarrollado la
situación de las cadenas”. Cuando Farmashop llegó a tener 92 sucursales a lo largo y ancho del país,
tuvo que acatar un decreto modificado por el Poder Ejecutivo en 2016 que le frenó la posibilidad de
seguir abriendo locales nuevos o comprando farmacias ya existentes, ya que lo que limita es la
tenencia que puede tener un mismo operador (10% del mercado). La idea del grupo económico era
seguir con la expansión.
En el caso de la cadena Pigalle actualmente tiene 17 sucursales y todo parece que en el correr del
2021 abrirán 6 locales más. Distinta es la situación de San Roque con 37 sucursales, quienes por
ahora no tienen idea de mayor expansión.Salvo Pigalle, las otras dos cadenas son propiedad de inversores extranjeros. “San Roque pertenece al grupo Ta-Ta, el mismo grupo que tiene la cadena de supermercados y la marca BAS. Estamos hablando de emprendimientos de gran porte actualmente, para lo que es el mercado uruguayo.” El arribo de estos grupos comerciales trajo también la debilitación del tradicional modo en que se
distribuían los medicamentos en Uruguay. Antes estaba potenciado por las droguerías, pero estas
han perdido terreno porque muchas de las grandes farmacias terminan comprando directamente los
fármacos que necesitan. “Se saltean a las droguerías, que es un sector que viene en declive.”
describe Riveron al respecto.
Otra situación que se ha generado es el debilitamiento de las farmacias de menor porte. Un tipo de
comercio que era tradicional en cada barrio y que generalmente se veía atendido por un vecino y su
propia familia. Al referirse a esto destaca que “eran emprendimientos muy familiares, que hoy
quedan prácticamente solo en el interior más profundo del país. En Montevideo casi que no se ven.”
Sobre los artículos a la venta que han agregado estos negocios, que ya no se limita a ciertos
productos menciona “la situación de Farmashop distorsionó el sector de manera total. Si uno mira
los rubros que tenían definidas las farmacias en su concepción original y los rubros que hoy
encontras, difiere sustancialmente. Es la empresa que más ha alterado el orden del sector.” También
describe lo que sucedió con ciertos empleados “la última situación que tuvieron las compañeras y los
compañeros en plena pandemia, fue la rebaja de horas de las y los cajeros pasándolos de 8 a 4
horas. Eso generó una complejidad más a las que tenían.”
Con respecto a lo que mencionábamos sobre los productos comercializados, Riveron recuerda una
anécdota personal que le sucedió antes de la llegada de Farmashop a nuestro país. “En el exterior
me encontré con el formato Farmashop y era lo más parecido al “maxiquiosco” que había en ese
país. Farmacity Chile tenía “maxiquioscos” instalados en varios puntos de la ciudad y era lo más
parecido a lo que la empresa terminó haciendo acá en Uruguay.”
Que haya de todo como en botica terminó generando dificultades a la hora de ver cuáles son las
categorías que le asignan a los comercios del rubro y la descripción de tareas del sector. “Tenes
categorías previo al año 1985, y sucede que hoy sustancialmente ha cambiado el giro de la
empresa.” La capacidad de competir cambió entre las farmacias de diferente porte, en dónde el
acceso a descuentos con determinadas tarjetas de crédito y débito o la entrega inmediata juegan
roles importantes a la hora de elegir dónde comprar.